Me invade.
Me somete.
Me rindo extasiada.
Sonríen mis labios.
sonríe mi alma.
y a la caricia prístina
cierra los párpados.
Húmedos los brazos
se extienden como ríos
a lo largo de mi cama,
un túnel oscuro
me atrapa
y me dejo ir
saboreando la calma.
Largas sus ramas
como las del sauce antaño,
atrapan este cuerpo
que de quejarse se cansa.
Quiero, quiero, si quiero
y me hundo en su abrazo,
besa mi pelo enredado
arrulla este llanto dolido
que limpia la casa,
esparce cenizas
de un fuego olvidado.
Sílfide2011
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