Huye tornasol,
elude el paso
sube en
piruetas fantasmales,
anida en la
mano de la inercia,
permanece arqueada,
al acecho,
Torna al hilo
que la teje,
mimosa envuelve
anudando,
suelta,
atrapa,
languidece
hiédrase a los muros inmortales
trepando
fugazmente
prescindiendo
de su huella,
que la espera.
Subsisten
trazas de su paso,
cárdeno vaho
renunciado,
en ningún
tiempo vuelto a la memoria
indigno,
degradante disfraz
desatendido
por ajeno,
por odioso,
e infecundo.
El aire hiende
caprichosa,
pantomima de
savia condenada
al olvido irrefutable
de contiendas
nunca
sostenidas,
pues al cabo,
no deja de ser sólo un halo.
Sílfide2011
23, de
diciembre, 2011
2 comentarios:
un poema que se mueve como una brisa poetica que no deja cerrar el ojo, atento a este ritmo que mantiene atento al lector y lo satisface plenamente. Me gusta, lo aprecio en su calidad discursiva y en su forma ágil y moderna.
www.poesiasur.com
Gracias Manuel
Publicar un comentario