¿Qué fue lo último que recordaste
antes de hundirte en la nada?
¿quién escuchó tu llanto y no te cobijó
hijo mío?
Tus labios se cerraron a mis labios
tus besos ya no soplarán a mi oído
y mi cuerpo desgarrado
de parto prematuro
te ha perdido.
¿Cómo abrazarte ahora en la perpetuidad de esta noche
que arranca tu cuerpo de mi cuerpo?
He quedado huérfana de hijo,
de tus caricias,
de tu voz palidecida en el dolor.
Me han arrebatado el tesoro de tu risa,
en nombre de innombrable ideología
me he quedado huérfana de hijo
a manos de hijos mal paridos
que se arrogaron poderes impropios,
que hurtaron la savia de tus huesos
en nombre de oscuros instintos.
El llanto me ciega
las lágrimas que me mojan,
secan mi corazón tornándolo piedra,
piedra gimiente,
piedra sollozante,
piedra que no entiende
porqué me despojaron de ti.
Hoy te has apagado
y allá,
en la noche
han encendido una estrella.
Sílfide2012
27 de marzo
Para Daniel Zamudio